domingo, 3 de junio de 2012

Vagabundo

 
Vagabundo


Imperceptible, suele ser así. Cada paso que damos, cada hálito de nuestra respiración es una transición congelada. Como si no fuéramos conscientes, embebidos en nuestras fatuas preocupaciones. Adormecidos por los narcóticos de los escaparates, de las luces agresivas, de los sueños no conseguidos. Tanta falsa arrogancia que a cada paso perdemos un poco el alma. Sólo a veces logramos pararnos, detenernos ante un silencio en la ciudad que nos captura. No se trata de un grito, sino de un leve silencio, casi no se oye. Entornado en nuestra mirada entra poco a poco, por un olor a distancia, por una imagen derretida. Ahora lo vemos, es un hombre que ha pasado desapercibido, mastica su pan y el instante de su tiempo. Que lamentable pérdida y olvido, qué lamentable!

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