viernes, 29 de diciembre de 2017

Breves comentarios al "Diseño Humano" de Antonio Bonet Castellana (IX Congreso DOCOMOMO IBÉRICO)


A continuación mostramos algunos comentarios vertidos en torno al Diseño Humano del arquitecto Antonio Bonet Castellana y que fueron expuestos durante el transcurso del IX Congreso DOCOMOMO IBÉRICO celebrado hace ya poco más de un año en San Sebastián. La herramienta, una vez más, nos ayudó a descubir y confirmar el papel pionero y "catalizador" que Bonet tuvo tanto en España como en Latinoamérica.  Para este estudio resultó indispensable el trabajo de Nacho (Ignacio Abad) y su formación en las herramientas de Diseño Humano y Eneagrama. 


A. Bonet Castellana_Estudio de los invariantes de su bioforma

Manifestador emocional, habilidad para vislumbrar el futuro... que otros provean de la energía específica para realizar lo que él sueña

Un diseño de individualidad con un inquieto deseo de explorar la profundidad y la consecuencia de nuestra capacidad de sentir emoción  y el progreso colectivo


Sabiduría-contemplación que tiene por efecto la habilidad de aplicar el entendimiento;
la cualidad de comportamiento que expresa el equilibrio apropiado entre los extremos





Form Follows Life: Cartografías del ser humano para la innovación en el proyecto. Artículo publicado dentro del marco del V Congreso ALTEHA en Buenos Aires

Pretendemos identificar una metodología[1] arraigada al ser humano, indagando en su bioforma o estructura interna; tratamos, en definitiva, de mirar la arquitectura a través de los procesos concretos y específicos de la experiencia de habitar.

"La casa parece ser una extensión y un refugio de nuestra constitución y de nuestro cuerpo."
Juhani Pallasmaa

Del hombre tipo al hombre concreto
El hombre, a diferencia del resto de las criaturas vivientes que se conocen, es un ser bio-cultural[2]. En su proceso adaptativo y evolutivo va desarrollando formas de expresión cada vez más complejas y sofisticadas, que dan lugar a muy diversos modos de organización y relación con el mundo. Construimos códigos y símbolos; lenguajes que nos permiten elaborar territorios comunes para el encuentro, cuyo fin último sería facilitar el intercambio, y una comunicación más abierta, rica, fluida y potenciadora con nuestro entorno vital. Sin embargo, paradójicamente, no es frecuente que se produzcan avances en esta dirección.
Nos encontramos inmersos en una red sorprendentemente compleja, constituida por capas y capas de condicionamiento, de influencias intergeneracionales y multiculturales. Por fortuna, ya disponemos de cartografías que nos capacitan para ver, tanto el núcleo emergente de cada vida humana, como la forma velada que prevalece en cada individuo, reforzada desde la infancia como consecuencia de la necesidad vital de crecer en relación y convivencia con los demás seres humanos. Esta cubrición se corresponde con una fijación o distorsión cognitiva que es debida a la interferencia organísmica[3] propia del contexto familiar y cultural en el que se ha desarrollado durante los primeros siete años de vida.
El sistema educativo predominante -que no está adaptado a la singularidad del individuo- provoca en cada uno de nosotros la pérdida de contacto con nuestra propia naturaleza básica[4], dando lugar al extendido fenómeno de homogeneización social. Los años iniciales de condicionamiento dejan profundas huellas en los registros personales de la memoria. De esta manera quedamos atrapados en una estructura repetitiva y predecible de personalidad, que nos aleja de nuestra naturaleza esencial, pasando a afirmarnos como sujetos previsibles, manipuladores y manipulables; víctimas de programas mentales que nos arrastran a vivir desde un profundo sentimiento de carencia que en la mayor parte de los casos es inconsciente.
Por este motivo, consideramos que resulta apremiante poner en valor las características innatas de cada individuo, sus fuerzas vitales, para que pueda llevarse a cabo una gestión consciente[5] del torrente energético que lo diferencia del resto de sus semejantes: disponemos de unos mecanismos de funcionamiento propios que nos convierten en absolutamente únicos, diseñados de tal manera que cada existencia es valiosa para desempeñar determinadas funciones dentro de la comunidad humana de la que constituimos una parte esencial[6].
La sobreabundancia y proliferación del hombre tipo al que nos referimos, evidencia una señal de alarma que solicita una actualización en la disciplina arquitectónica mediante la utilización de nuevas herramientas de análisis. Gracias a estas cartografías atendemos al reconocimiento y la diferenciación que se pretende, en torno a las situaciones diversas y plurales que se dibujan alrededor del hombre concreto y las formas que habita.[7]

Cartografías y análisis del ser humano
Ya a finales del pasado siglo, llegamos a ver, a través del estudio de los tipos psicológicos de Jung[8] y el MBTI[9], que cada ser humano cuenta con unas particularidades innatas. Las variaciones en la conducta que observamos entre los individuos no son resultado del azar. Se deben, principalmente a cierta orientación espontánea que no es producto de la reflexión y cuya intensidad difiere según la persona.
En los años sucesivos fueron apareciendo otras herramientas que nos estimulaban a continuar ahondando en esta investigación, hasta que se establecieron como eje vertebrador de nuestra metodología de proyecto: desde hace casi 30 años el Sistema de Diseño Humano[10], y el eneagrama -una teoría caracterológica muy antigua que se ha transmitido hasta nuestros días por estricta tradición oral, introducida en occidente por G.I. Gurdjieff en la década de los 20 y más tarde adaptada por Oscar Ichazo y Claudio Naranjo en la década de los 70- nos plantean una serie de prácticas que tienen por objeto descifrar aquellas cartografías individuales que hasta la fecha pasaban inadvertidas. En ellas podemos encontrar un anclaje profundo como sustrato catalizador del proyecto arquitectónico: nos permiten diferenciar de un modo extraordinariamente preciso, lo esencial e ineludible, de lo arbitrario y circunstancial en cada ser humano.
Con lo expuesto antes, y desde la guía de las citadas herramientas, se ha puesto en marcha una metodología que podría definirse como arquitectura Humana[11],colocando al verbo HABITAR en el lugar más alto del proceso creativo; un verbo que incluye y abraza la condición experiencial del ser humano; el habitante que piensa, que juega, que sueña, que crea e inventa lo cotidiano,... que disfruta de sentirse vivo y crece en sintonía con un entorno[12] próximo, que finalmente lo escucha, lo respeta y lo protege[13]. La arquitectura Humana entrega al hombre concreto un medio donde finalmente se siente reconocido, potenciado; un ser decisivo e irremplazable.  
De esta manera, la arquitectura no se propone ya como una herramienta puramente disciplinar o autorreferencial, sino como el receptáculo a través del cual ponemos a trabajar los mapas que se encaminan esencialmente a construir espacios, paisajes y escenarios donde las fuerzas humanas se enraízan y se propagan como directoras del proceso proyectual, haciendo de las cartografías del ser humano el material más apreciado de la acción arquitectónica[14].

APLICACIÓN o CASO de ESTUDIO[15]

"Nada es tan fácil de ver como la consciencia cuando reconocemos que está incorporada a las formas y las estructuras que creamos."[16]
Miriam Simos

Durante más de dos años, Roberto estuvo diseñando los espacios para satisfacer su necesidad de ocupar un entorno privado, en una porción de tierra con unas características específicas. Hizo uso de algunas herramientas informáticas gratuitas y se inspiró en las imágenes y los planos ofrecidos por las revistas de vanguardia y diversas publicaciones.

Figura 1. Imágenes de Roberto para su vivienda dibujadas por el mismo.

Al facilitarnos el material gráfico que había desarrollado con cuidadosa dedicación durante aquellos años, descubrimos a un ser encapsulado bajo capas y capas de razonamientos e imágenes de la moda doméstica difundidas por los medios de comunicación masiva. Para poder darnos cuenta de sus condicionamientos, fue crucial el estudio de sus invariantes vitales a través del Sistema de Diseño Humano -SDH- . Gracias al análisis y la transmisión de su gráfico individual, la rigidez de sus planteamientos iniciales, basados en los parámetros estandarizados que alimentan las inercias del statu quo, fueron dando paso a requerimientos más auténticos que nacían de la verificación empírica de su verdadera naturaleza como individuo diferenciado: el Ser Humano empezaba a sentirse comprendido y aceptado desde su unicidad. 
Roberto se sentía plenamente reconocido. Las resonancias que la lectura de su Cuerpo Gráfico provocó en él, tuvieron consecuencias palpables: compartimos instantes de emocionalidad profunda. Estimulados por las premisas esenciales, comenzamos a articular la singularidad del emplazamiento con los demás factores de contorno: condicionantes climáticos, urbanísticos, económicos... Integró la esencia de las primeras propuestas y se vio a sí mismo habitando y creciendo en los espacios que habíamos representado en aquellos primeros planos: la especificidad de un diseño que emerge desde la verdadera naturaleza de un ser humano, revela formas de habitar que resuenan con la singularidad del individuo desde la que se está proyectando.

Un diseño para su co-razón
Renunciamos a cualquier imagen preconcebida, sea abstracta o monolítica; a un urbanismo servil en la medida de lo posible, sobre todo el que nos aleja de la urbanidad. Nos apartamos de la idea de universalizar, del hombre tipo, del estilo de vida contemporáneo, de lo que está vacío de humanidad, de esencia humana o de sustancia.
Queríamos saber con qué disfrutaba Roberto y cómo experimentaba su cotidianeidad. Queríamos saber si ya era feliz. Necesitábamos descubrir quién era; si estaba satisfecho consigo mismo y cómo experimentaba el mundo alrededor; su propio mundo. Él era el centro de todas las propuestas que emergían. La idea germinal estaba enraizada en sus fuerzas vitales y el proyecto estaba dirigido a ofrecerle escenarios, recorridos y paisajes en consonancia con la vida que estaba creciendo desde sí mismo[17].

Implementación del SDH en el proyecto
En este proyecto, el SDH nos facilitó el gráfico desde donde acceder a los estratos más profundos de la naturaleza de Roberto. Este mapa, además, nos permite deducir con gran precisión la estructura del carácter de cada individuo -su eneatipo- que habitualmente se erige como una fortaleza que tiende a limitar, de manera dramática, el ámbito de decisiones y experiencias de su portador. De esta manera, pudimos reconocer los vehículos desde donde se despliega el viaje de Roberto: el cuerpo físico, mental y emocional, así como la forma energética que nos revela las constantes vitales que lo impulsan desde su nacimiento y que van a acompañarle el resto de su vida. Estas fueron las fuerzas que colocamos en el lugar más elevado de nuestro proceso creativo y que, por lo tanto, activaron el marco vivencial y relacional del hábitat de Roberto.   

Figura 2. Cuerpo gráfico de Roberto y mapa de la personalidad.

Descubrimos su manera de establecer un estilo de vida a través del reconocimiento de la dualidad fundamental que existe en cada bioforma humana: "somos una consciencia binaria, una síntesis de una consciencia de la Personalidad y una consciencia del Diseño -la parte inconsciente de nuestra naturaleza esencial- y en el perfil podemos comprender el quantum de las dos."[18]
Presentamos, en una breve síntesis, las principales tramas vitales extraídas del análisis del gráfico:
· Proceso vital de tres fases para surgir como un Modelo de Conducta: El de Roberto, un perfil 6/2, nos revela una personalidad de línea 6 que viene a constituirse como ejemplo, y que pasará por tres fases significativas en su vida. De esta forma acontece el despliegue de su ser para ejercer un papel de liderazgo en su fase de madurez, y desde ahí mostrarnos cómo vivir conforme a nuestra propia autoridad. El ermitaño inconsciente de línea 2, dispone de un talento natural y quiere que le dejen en paz para centrarse en sus afanes. Su genialidad original debe ser protegida para permitir que se desarrolle naturalmente y puesta a disposición del mundo llegado el momento. No le vale cualquier cosa, y va a estar atento a una llamada específica y especial que le permitirá poner de manifiesto sus dones y encarnar su poder de modelo de conducta.
· Catalizador de cambios: Su Canal de Apertura -22/12- junto con la Puerta de la Crisis -36- definen su naturaleza emocional, en el área derecha del gráfico, que nos revela las dinámicas de un ser social con una enorme capacidad para provocar cambios en la vida de otros individuos. Este potencial depende del grado de paciencia que cultive y la profundidad creativa de los sentimientos que se permita experimentar escuchando el paso de sus emociones.
· Respeto por sí mismo a través de la escucha de su propio cuerpo: sus Canales del Poder -34/57- y del Ritmo -5/15- en sincronía con las activaciones del bazo y el Monopolo Magnético[19], definen su área instintiva. Es la parte de su ser que lo conecta con el instante vivencial, gracias a la que se siente seguro en su espontaneidad. Esta zona ocupa la parte izquierda del gráfico con el bazo; y los centros sacral y monopolo magnético[20] coloreados en rojo y amarillo en zona central. Descubrimos que es de enorme importancia para él estar conectado con su flujo existencial a través de su respuesta interna. Sólo de esta manera todo lo que haga le va a resultar propicio y natural, y así podrá beneficiar sutilmente a quienes le rodean, conduciéndoles a su propio ritmo y sentido del tiempo.
· Dilema interno primordial: dada su naturaleza -que se deja ver en estas dos definiciones separadas- nos damos cuenta del reto que supone para Roberto afirmarse en su esencia. Con la mente, el corazón y los centros de presión sin definir, el enorme potencial de sabiduría que deja abierto su diseño puede haberse transformado en una férrea fijación mental, al haber experimentado su indefinición desde la carencia y no como una gran apertura a la diversidad y el tremendo potencial de enriquecimiento que supone esta configuración. La buena noticia es que sólo necesitará integrar dos claves para comenzar a experimentar su diferenciación; el camino hacia su autenticidad. En su nueva casa, cimentada sobre estas premisas, se sentirá por fin en un entorno que lo comprende y lo protege, donde la expansión de su potencialidad no va a encontrar resistencias para que sus fuerzas vitales le permitan habitar el mundo plenamente.

De la energía a la materia
A través del proyecto, los mapas de lo invisible se fueron transmutando en una realidad más densa; las dinámicas internas del habitante fueron confrontadas con el suelo, los materiales y los climas[21]. Se nos revelaban confluencias; la forma emergía de esta simbiosis sin apenas resistencias.
De esta manera, las fuerzas vitales que dinamizaban este profundo deseo de habitar, generaban las pautas sobre las que se constituyó el esqueleto material de su vivienda.

Figura 3. Gestación del edificio utilizando las herramientas de autoconocimiento

Finalmente señalamos los aspectos más destacados que, desde el diseño, acompañan la naturaleza esencial de Roberto:
· Ambivalencia: el habitante ermitaño y enormemente social, dependiendo de sus estados de ánimo, se siente protegido, en su casa, de un entorno sin aparente urbanidad. Se origina una vivienda que emerge desde su condición maciza frente las orientaciones norte y oeste con muros ciegos de gran espesor para combatir la contaminación acústica, proteger del fuerte viento dominante “el cierzo” y preservar la privacidad.

Figura 4. Vista aérea. Fuente: Nicolás Buendía Roca

Una vez cruzamos el primer umbral; el patio interior de acceso, entramos al espacio de mayor amplitud de la vivienda. Un espacio idóneo para socializar a través del que los espacios exteriores a ambos lados pueden conectarse generando una expansión mayor. La condición de intimidad se va acentuando gradualmente a medida que nos acercamos hacia la zona este, de descanso, pudiendo establecer barreras temporales mediante grandes puertas correderas que se ocultan en el espesor de las particiones.


Figura 5 y 6. Desde el acceso, la vivienda se muestra, se hace porosa, ofrece escenarios. 
Figura 7.  Desde el jardín, la permeabilidad espacial desdibuja los límites exterior-interiorFuente: 
Nicolás Buendía Roca

· Vinculación con el flujo natural de la vida: la creación de pautas espaciales y de atmósferas que lo conectarán con el presente y favorecerán la sincronización de sus propios ritmos con los ciclos de la naturaleza. Conseguimos que todas las estancias queden orientadas hacia el sur mediante una disposición radial que al mismo tiempo permite una secuencia espacial de espacios intermedios o umbrales. De esta manera se intensifica la relación directa con el paisaje natural, con las estaciones y los ciclos solares; con la vida: la luz, la tierra, el aire, el agua y la sombra matizada por los árboles que constituyen una segunda protección. Esta atmósfera que desdibuja los límites interior–exterior, potencia la conexión del habitante con los estratos más profundos, más íntimos y casi abandonados de su naturaleza. Las aperturas hacia el sur, nos permiten aprovechar la energía pasiva del sol: en verano, las hojas de parra protegen el vidrio de la radiación solar directa, y al desprenderse, llegado el invierno, permiten el paso de los rayos solares hasta el interior de la vivienda. La leve inclinación de la parcela favorece las vistas a las colinas cercanas.

Figura 8. Fachada interior -sur-. En construcción.

· Roberto se encuentra en la segunda fase de su vida, a la que ingresó entre los 29 y 30 años. Se siente cómodo en la retirada, donde poder descubrir lo que es fiable y funciona en el mundo. Empieza a ser considerado por su saber. Roberto es un gran lector, que necesita ver los libros para sentirse atraído por ellos. La zona más próxima a los dormitorios, vinculada al patio del almendro autóctono, toma la luz del norte, evitando reflejos o sombras. Se trata, sin duda, de la atmósfera más apropiada para acomodar su rincón de lectura. Este espacio que comunica las estancias más íntimas de la casa con la parte más abierta y luminosa; será recorrido con frecuencia a lo largo del día. La presencia de los libros, va a ser una constate que envuelva al habitante en un escenario propicio para sentirse seducido e invitado a saborear el placer de la lectura de manera espontánea. Sus hijos crecerán en un paisaje que los acompañará a integrar el hábito de aprender leyendo, de manera casi natural desde sus primeros pasos. Parece fácil imaginar momentos mágicos compartidos en familia propiciados por la cercanía de los cuentos infantiles.
· En esta fase, se encuentra en el momento de crear familia, de expandirse. Las estancias han sido dimensionadas para que puedan ser dobles o individuales, por lo que posibilitan distintas opciones de ocupación que permitan adaptarse a la futura familia. Mientras llegan los niños, quedarán disponibles para amigos, familiares o invitados.
· Su proceso de maduración natural, pausado, en tres fases, entra en sintonía y sincronía con la elección de materiales nobles, que envejecen bien con el paso del tiempo. La vivienda se ha pensado utilizando una paleta reducida de materiales tradicionales como la madera natural y la piedra que acentúan y orquestan el acompañamiento de los ciclos naturales con el ciclo global de duración de su propia vida.

Figura 9. Fachada exterior -oeste-. Fuente: Nicolás Buendía Roca

En líneas generales, acabamos de exponer las directrices organizativas del proceso de investigación que estamos llevando a cabo en nuestro estudio durante años, dejando ver la clara intención de defender al Hombre a través de la arquitectura, en su condición incuestionable de ser absolutamente único y al mismo tiempo proyectado irremisiblemente a confrontar su unicidad -a través de su propia experiencia y autoexpresión- con el resto de seres humanos que cohabitan en el mismo planeta que él. En este caso, la acción arquitectónica se revela como una extensión de las energías primigenias de cada ser humano, encauzadas mediante la aplicación de las cartografías mencionadas a través un proyecto que ofrece entornos de libertad y protección, y favorece un despliegue vital en consonancia con la verdadera naturaleza de quien está dispuesto a reconocerse, a habitarse y a permitirse un viaje en conexión con su propia esencia.
______________________________________________________________________

[1] Metodología que aquí pretende mostrarse como aplicable fundamentalmente al campo proyectual de la vivienda y el territorio residencial, entendiendo la vivienda como aquel espacio de cobijo existencial que alberga y recoge de manera más próxima la condición intima, personal, vivencial, familiar e identitaria del hombre, con todos los matices asociados a esta idea. "Una reflexión sobre la esencia de la vivienda nos aleja de las propiedades físicas del hogar para introducirnos en el territorio psíquico de la mente. Nos enfrenta a cuestiones de identidad y memoria, de lo consciente y lo inconsciente, a los remanentes del comportamiento biológico y de las reacciones y los valores condicionados por la cultura." PALLASMAA, Juhani. Habitar. Barcelona: G. Gili. 2016. Págs. 18 y 19.
[2] "Decir que el hombre es un ser biocultural, no es simplemente yuxtaponer estos dos términos, es mostrar que se coproducen el uno al otro y que desembocan en esta doble proposición:
- todo acto humano es biocultural (comer, beber, dormir, defecar, aparearse, cantar, danzar, pensar o meditar);
- todo acto humano es a la vez totalmente biológico y totalmente cultural."
MORIN, Edgar. La unidualidad del hombre.
Disponible en: http://www.gazeta-antropologia.es/?p=3508
[3] Recogemos aquí la cita entera: "La psicología de los eneatipos es un mapa del carácter o de la neurosis o, dicho en otras palabras, de las variaciones del malestar humano por el oscurecimiento existencial. La visión del doctor Naranjo es transpersonal, y se basa en que la personalidad se forma debido a una interferencia organísmica que implica una deficiente experiencia del Ser, ante lo que la persona desarrolla una pasión, o emoción exagerada, que trata de cubrir ese agujero existencial y que acaba perpetuando esa personalidad." LLORENS, Antoni. La estructura de la nada. Una raíz común entre el eneagrama y el árbol de la vida. Barcelona: Ediciones La Llave. 2016. Pág. 133.
[4] ALMAAS explica: "En su libro, Ennea-type Structures (Naranjo, 1990), Naranjo presenta el Eneagrama en forma de método para la autoobservación y el estudio, como parte de un trabajo de realización espiritual más amplio. Elabora el modo en que las características de la personalidad de los nueve ego-tipos (que Naranjo denomina "enea-tipos") son expresiones de pérdida de contacto con el Ser, nuestra naturaleza básica, y al hacerlo, muestra que el verdadero valor de dicho conocimiento estriba en ayudarnos a restablecer ese contacto." ALMAAS, A.H. Facetas de la Unidad. Barcelona: La Liebre de Marzo. 2002. Pág. 22. 
[5] Señalamos la importancia vital de la toma de conciencia de que sucede, en cada ser humano, un despliegue natural de sus ciclos: "La evolución no es un proceso continuo y uniforme. Se produce más bien a saltos, con ocasión de ciertos acontecimientos y/o tomas de conciencia. Incluye también regresiones, vueltas sobre los mismos pasos, o lo que parecen ser los mismos pasos.
Este proceso no es ni necesariamente ni siquiera frecuentemente consciente. El ciclo tiene lugar con independencia de la voluntad del interesado. Sin embargo, padecerlo o tomar conciencia de él, producen resultados muy diferentes." CAUVIN, Pierre / CAILLOUX, Geneviève. Sé tú mismo. De la tipología de Jung al MBTI. Bilbao: Ediciones Mensajero. 1997. Pág. 90.
[6] Ken Wilber apunta: "Los elementos constitutivos de estas jerarquías son los holo­nes, totalidades que, al mismo tiempo, forman parte de otras tota­lidades.(...) la realidad no está compuesta de totalidades ni de partes, sino de totalidades/parte u holones. En cualquier dominio que la consideremos, la realidad está básicamente compuesta de holones.". Puede verse: WILBER, Ken. Una teoría de todo. Barcelona: Kairós. 2001. Pág. 36.
[7] "Entender toda inspiración presente en cada uno de los innumerables medios de expresión del Hombre, trabajar a partir de nuestras manos, nuestros ojos, pies, estómagos, a partir de la base de nuestros movimientos, y no basándose en normas estadísticas y reglas creadas según el principio de lo más usual; este es el camino hacia una arquitectura que sea tan variada como humana." PUENTE, Moisés. Jorn Utzon. Conversaciones y otros escritos. Barcelona: Gustavo Gili. 2010. Págs. 9 y 10.
[8] Según Jung: aunque todos disponemos de todas las posibilidades, las variaciones de la conducta son, sobre todo, la consecuencia de las preferencias espontáneas respecto a cuatro dimensiones fundamentales del psiquismo, cada una de las cuales está definida por dos polos opuestos que definen los extremos en cuanto a: la orientación de la energía, los modos de percepción, los criterios de decisión y el estilo de vida. Op. cit. Sé tú mismo... Pág.13.
[9] "El MBTI está estructurado sobre 4 dimensiones principales, cada una de las cuales está definida por dos polos opuestos:(...) De la combinación de estas ocho preferencias resultan 16 caracteres tipo". Op. Cit. Sé tú mismo... Pág.143.
[10] El Sistema de Diseño Humano, la Ciencia de la Diferenciación, es un nuevo sistema de autoconocimiento que sintetiza gráficamente aspectos de “los antiguos sistemas observacionales de la astrología, el I Ching chino, los chakras hindu-bramines y el Árbol de la Vida de la tradición zohar/cabalística; y las disciplinas contemporáneas de la mecánica cuántica, la astronomía, la genética y la bioquímica." BUNNELL, Linda / RA URU HU. Diseño Humano. El revolucionario sistema de autoconocimiento.Madrid: Gaia Ediciones. 2014. Pág 36.
[11] Arquitectura Humana es el nombre que lleva nuestro proyecto. Sus raíces emergen de tres ramas fundamentales del conocimiento: la psicología, la arquitectura y la educación, que confluyen con la finalidad de proporcionar herramientas para la evolución consciente del organismo humano como totalidad y parte de una totalidad mayor.
[12] "Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, la células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: ¿Qué medicina hay que darles? ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Esto demuestra una cosa muy sencilla: el destino de la célula refleja lo que está ocurriendo en el entorno." Fragmento de la entrevista al Dr. Bruce H. Lipton, biólogo celular.
Puede verse en: http://alsol.es/wp-content/uploads/BRUCE-LIPTON.pdf
[13] Hacemos nuestras las palabras de Juhani Pallasmaa cuando escribe: "sigo creyendo en la viabilidad de una arquitectura de la reconciliación, una arquitectura que pueda mediar en dar la 'bienvenida' al hogar del ser humano. Todavía necesitamos casas que refuercen nuestro sentido de la realidad humana y de las jerarquías esenciales de la vida. El arte de la arquitectura todavía puede producir casas que nos permitan vivir con dignidad." Op. cit. Habitar... Págs. 39 y 40.
[14] Véase: Hacia un habitar arquitectónico
http://lasformasdelhabitar.blogspot.com.es/2014/04/caminando-hacia-el-habitar_30.html
[15] El proyecto al que hacemos referencia en el caso de estudio que compartimos en este artículo fue visado por el Colegio de Arquitectos de Aragón en septiembre del 2014.
Autores de proyecto: Ignacio Abad Cayuela y Pedro Antonio Bel Anzué.
Colaboradores: Juan Moreno Ortolano (Licenciado en Historia del Arte e investigador), Nicolás Buendía Roca (Arquitecto), Patricia Abadías Monzón (Graduada en Ingeniería de la Edificación y Máster en Ecodiseño y Eficiencia Energética en la Edificación), María Paz Sáez Pérez (Arquitecta Técnica), Javier Muñoz Escolano y Sergio Calle Pérez (Diplomados en Arquitectura Técnica).
[16] VENOLIA, Carol. Casas que curan. Ediciones Martínez Roca. 2012. Pág 40.
[17] "…se produce un estado más feliz si nos entregamos a lo que a veces se llama autorregulación organísmica, que es más o menos lo que los chinos llamaban el Tao: la Ley de la Naturaleza." NARANJO, Claudio. La revolución que esperábamos. Ediciones La Llave. 2013. Pág. 144.
[18] Op. Cit. Diseño Humano... Pág. 286.
[19] "establece nuestra identidad como una dirección a través del tiempo en el espacio, que llamamos nuestra geometría. Ahí es donde nuestro flujo de energía único (o definición) nos conecta con el flujo de toda la vida; o cómo estamos conectados con el universo. El Monopolo Magnético nos va trayendo nuestra vida." Op. Cit. Diseño Humano... Pág. 68.
[20] "Los nueve centros son núcleos de energía que transforman o transmutan la fuerza vital según fluye por el Cuerpo Gráfico." Op. Cit. Diseño Humano... Pág. 66.
[21] "… si la arquitectura es clima, también es verdad que son muchos los climas que en ella intervienen: climas de invierno y de verano, climas de luz y de calor, climas de transición entre interior y exterior, climas en la arquitectura popular o en la arquitectura representativa, climas naturales o climas artificiales y, por último, incluso, están los climas que no son climas, climas sonoros, psicológicos, mágicos, con los que se genera la infinita variedad de los espacios arquitectónicos." SERRA, Rafael. Arquitectura y climas. Barcelona: Gustavo Gili. 2009. Pág. 7.



Bibliografía
ÁBALOS, Iñaki (2000). La buena vida. Visita guiada a las casas de la modernidad. Barcelona: Gustavo Gili.
ALMAAS, A.H. (2002). Facetas de la Unidad. Barcelona: La Liebre de Marzo.
BACHELARD, Gaston (1965). La poética del espacio. México: Fondo de Cultura Económica.
BUNNELL, Linda / RA URU HU (2014). Diseño Humano. El revolucionario sistema de autoconocimiento. Madrid: Gaia Ediciones.
CHAVES, Norberto (2005). El diseño invisible. Siete lecciones sobre la intervención culta en el hábitat humano. Buenos Aires: Paidós.
FERNÁNDEZ COX, Cristián (2005). El orden complejo en la arquitectura. Teoría básica del proceso proyectual. Santiago de Chile: Ediciones Universidad Mayor.
CAUVIN, Pierre / CAILLOUX, Geneviève (1997) Sé tú mismo. De la tipología de Jung al MBTI. Bilbao: Ediciones Mensajero.
LE CORBUSIER (1998). Hacia una arquitectura. Barcelona: Apóstrofe.
LLORENS, Antoni. (2016). La estructura de la nada. Una raíz común entre el eneagrama y el árbol de la vida. Barcelona: Ediciones La Llave.
NARANJO, Claudio (2013). La revolución que esperábamos. Barcelona: Ediciones La Llave.
GEBSER, Jean (2011). Origen y presente. Girona: Atalanta.
JUNG, C. G. (1997). El hombre y sus símbolos. Barcelona: Luis de Caralt Editor.
PALLASMAA, Juhani (2006). Los ojos de la piel. Barcelona: Gustavo Gili.
PALLASMAA, Juhani (2015). Una arquitectura de la humildad. Barcelona: Fundación Caja de Arquitectos.
PALLASMAA, Juhani (2012). La mano que piensa. Sabiduría existencial y corporal en la arquitectura. Barcelona: Gustavo Gili.
PALLASMAA, Juhani (2016). Habitar. Barcelona: Gustavo Gili.
PUENTE, Moisés (2010). Jorn Utzon. Conversaciones y otros escritos. Barcelona: Gustavo Gili.
SERRA, Rafael (2009) Arquitectura y climas. Barcelona: Gustavo Gili.
VENOLIA, Carol (1995). Casas que curan. Ediciones Martínez Roca.
WILBER, Ken (2012). La conciencia sin fronteras. Barcelona: Kairós.
WILBER, Ken (2001). Una teoría de todo. Barcelona: Kairós.
___________________________
Autores del artículo:
  • Abad Cayuela, Ignacio . Arquitecto por la Facultad de Arquitectura de Sevilla. Universidad Politécnica de Madrid (Investigador/Doctorando).  ignacioabadc@gmail.com
  • Moreno Ortolano, Juan . Profesor UNLaM. Carrera de Arquitectura. Departamento de Ingeniería e Investigaciones Tecnológicas . Buenos Aires. jmoreno@unlam.edu.ar