Al
azar,
amarillos,
verdes,
combaten
la sed
de
la garganta,
decididamente,
fiel,
por
haberse perdido,
una
noche,
miles.
Es
ternura,
frescura
de rosa
anchura
oceánica
Al
azar,
Se
prenden los vientos
a
la tierra,
su
hojarasca fina,
lame
el cielo,
humillada
antes,
por
las pisadas.
Mi
destino está en esos campos,
tan
huérfanos
como
mi carne,
que
al azar,
siempre
al azar,
se
recompone
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