miércoles, 24 de marzo de 2021

Arquitectura y espiritualidad

Cuando se observa a un ser humano a través de las lentes de su información genética, se descubre una nueva luz que, quizás antes, pasaba desapercibida al campo perceptivo común. 

Desde el punto de vista del Sistema de Diseño Humano podríamos decir que Luis Barragán ha dejado un legado sin precedentes en lo que se refiere a una arquitectura que educa al ser humano para que sea soberano de su intimidad y, de esta manera, llegue a dirigir su vida desde el lugar íntimo y personal donde emerge su unicidad. Porque el respeto por la individualidad y la diversidad humana, a través de la arquitectura, solo puede darse desde la sublimación de los elementos naturales de su entorno: la atmósfera vibrante y sorprendente que lo envuelve entre matices insólitos de luz, dimensión y color, en relación armónica con la naturaleza, ofrecidos para el goce de su espíritu. 

«… el entorno sólo se convierte en un milieu significativo cuando ofrece ricas posibilidades de identificación, cuando sus caminos conducen a través de «puentes oscuros» ante «luces tenues», «torres que se desmoronan en la niebla» y «viejas piedras». La vida humana no puede desarrollarse en cualquier parte; presupone un espacio que sea en realidad un pequeño cosmos, un sistema de lugares significativos»

Norberg-Schulz. (Los entrecomillados corresponden a un poema de Kafka escrito en 1903)


Puedes leer el texto completo que fue publicado recientemente, con motivo del aniversario de su nacimiento, en nuestro blog alternativo Bioforma Humana

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