Sálvate
aunque Benedetti insista en lo contrario
Sálvate
para fluir
Para
vivir un viaje insólito
Sálvate
para llorar de amor
Hasta
la última gota
Vive
fuera de casa
Vete
sin ropa que ponerte ni nada que guardar
No
escribas a nadie en tu despedida
Duerme
al raso
Dormita
junto a las estrellas
Préndete
de un hilo por tu verdad
Y
olvida las razones de los idiotas
Sáltate
el semáforo
Camufla
la prudencia
Viaja
a Pekín y Buenos Aires
Enamórate
de nuevo
Más
de una vez en la vida
Y
recréate en tus sueños
Para
construir tu realidad con la misma sustancia de su nacimiento
Embrújate,
muerde la vida
Bébela
entera
No
aferrándote a nada porque todo es tuyo
Haz
de lo malo la mejor de las oportunidades
Y
navega en todos los charcos de las aceras de las ciudades
Ojalá él... Vuelva a Buenos Aires donde alguna vez me enamoró
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