Esta última semana del mes de abril hemos trabajado en las salas de lectura de la Biblioteca Nacional (Clorindo Testa y otros, 1961) en la ciudad de Buenos Aires. La lectura se convierte aquí en un placer acompañado por los "espíritus hechizados" y el expresivo diálogo que en todo momento el edificio ofrece a sus usuarios y lectores.
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