Cabría pensar que hay hueco.
Que queda espacio para
el amor.
Que la despedida es sólo el inicio.
Que lo cotidiano puede gobernar
todo.
Que la melancolía se mueve a su
antojo,
y decide atraer al presente y escribir su paso.
Y que es casi siempre el
testigo astuto
que divisa y murmura nuestro caminar.
Nos salva desprendernos.
Alejarnos adentro.
Ahí donde aparentemente perdidos nos encontramos.
Siempre es asi
ResponderEliminar