Las posibilidades de habitar que ofrece esta vivienda están protagonizadas, necesariamente, por sus habitantes: la singularidad de una tribu grande que conoce bien sus vínculos de apego, de apoyo y de mutua necesidad, así como el deseo de compartir momentos del día, de repartirse, de mezclarse... una familia única de padres, hijos, nietos y abuelos. Se organizan sobre una base lógica de 4 apartamentos. Dentro, la intimidad y la interdependencia se conjugan de manera sensible y espontánea en torno a un patio que centraliza y regula las posibilidades de relación entre los miembros del clan. Además de los espacios acotados de escaleras, matizados por la luz inventada que se desliza por los contornos, y las terrazas: plataformas para redescubrir el mar, para exponerse al sur, al sol, al horizonte... al otro.
Compartimos aquí algunos fragmentos del texto que no han sido incluidos en esta publicación:
"La zona más privada y de descanso de los apartamentos, donde se encuentran los dormitorios, se localiza al comienzo de la vivienda, apartada de la zona colectiva, líquida y volátil del living room. Con ello, se mantiene la diferenciación de los ámbitos espaciales en base a sus necesidades programáticas. Las esclusas o dormitorios, empero, nunca adquieren una condición rígida o estrictamente hermética, sino que pueden abrirse siempre y cuando el usuario lo desee facilitando el contacto directo con el recorrido visual y circulatorio de la vivienda. Un recorrido que se ve matizado con la aparición de pequeños patios de ventilación e iluminación; entre las zonas húmedas, que se sitúan perpendiculares al patio principal y que separan, cortan y cruzan al mismo tiempo las dos principales regiones de acción de la casa."
"Quizás el patio constituya el punto que quiebra e igualmente une los espacios; el lugar de las inspiraciones. Sin embargo, no interviene exclusivamente como un organismo autónomo director. Son sus habitantes, nuevamente, y según las necesidades de movimiento y habitabilidad, quienes que puede condicionar su funcionamiento, al igual que el de la planta, dotarla de mayor flexibilidad, fluidez, abertura y extensión, o por el contrario, cerrar, recluir y privatizar el espacio según el uso que quiera concederle. De este modo, la vivienda canaliza las energías sólidas y líquidas a partir de los condicionantes del habitar y su acción."