Autor
de la lentitud
misterioso
senador
del
mar.
Aprovechas
cuando el volcán apaga
para
salir a beber mis dedos,
devorar
mi tacto.
Ordenas
mi silencio
mi
voz,
me confundes con el alarido de la noche.
Eres
el guante de mi libertad:
un
abismo de creencia furtiva.
Me
desapego
y
me golpeas.
Corro
y
vas tras de mi
No
hay nada que pueda hacer contigo
ni
en tu mar ni en el mío.
Soy
tan salvaje como tu lengua
afilada
como la semilla que excava en la tierra,
soy
tu tallo
tu
tronco
tus
hojas
educadas
por el mismo aire
la
misma tormenta
y
el mismo aguacero
Muy conseguida esta poesía, enhorabuena.
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