Al
final,
un
desnudo
agua
marina
por
verla
qué
memoria de guardia
en
el día,
en
la noche
devorado
al
vivir,
al
mirar
al
sentir
Solo
En ese estado en que ya no se espera, o mejor aun, cuando se ha dejado de esperar, llega sin ser notado el instante en que se cumple el sincronizar de la vida con el ser; de la vida propia en su aislamiento con la vida toda; del propio ser vacilante y desprovisto, con el ser simple y uno.
María Zambrano
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