Mar
vaciado,
hueco.
Déjame
entrar
con
mi sencillez
en
tu noche cenital.
Déjame
vivir en tu litoral,
húmedo.
Húndeme
bajo tierra
a
la luz de los corales,
cubierta
de mi cerebro.
Amamántame
vaciado
y lleno,
aunque
rebose el mar de mi boca
y
atragante mis pupilas.
Autor
eres de mi vida,
escritor
de mi pasaje,
brotado
en tu cabellera de coral.
La
vida se une por un océano
que
parecía barrera maciza
El
poeta viaja sin población,
su
geografía inexistente
puebla
todo a su paso.
Oh
mar!
Llenando
el cuerpo de silencios
Y
validando la voz del pueblo
Humilde
y descalzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario