Gota
a gota
formo
un mar
que
duerme en aquél discurso compasivo.
Gota
a gota,
sin
palabras
construyo
sin alfabeto,
una
mancha
otra,
es
lo queda de mi.
Gota
a gota
lavo
la
hiriente verdad:
todavía
soy amor,
el
mismo refugio de hace un año.
Gota
a gota
soy
una página lenta
que
se escribe a zarpazos de sangre,
dormida
dentro.
Gota
a gota
gangrena
la campana de la noche:
sonido
pasado,
de
sol puro y arena bestial.
Gota
a gota
me
rindo
al
son de la espuma del océano
que
vuelve a ser tragada por su embestida
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